Soy el Mariscal Ney de Francia
Davidson,
Carolina del Norte, 15 de Noviembre de 1846. La enfermera que atendía
al enfermo moribundo no salía de su asombro ante la revelación efectuada
por aquel hombre que, aunque misterioso, era respetado en la comunidad
por su sabiduría y buenos modales.
Sacudiendo la cabeza, la mujer se retiró del lecho donde yacía el enfermo, quien respondía al nombre de Peter Stewart Ney.
Pero, ¿quién era Peter Stewart Ney?
Nadie
sabía nada de su pasado, salvo el hecho que era natural de Francia y
que había llegado, en torno a 1818, en una fragata al puerto de
Charleston, Carolina del Sur.
El
enfermo, en repetidas ocasiones, había rehusado desvelar su origen o,
al menos, su procedencia, dejando que el misterio envolviese su figura.
Para
conocer mejor la conexión existente entre este hombre y el famoso
Mariscal francés habría que retroceder en el tiempo para estudiar la
figura de aquel militar que, por su valor, fue llamado el más valiente de entre los valientes.
LA VIDA DE UN MARISCAL DE FRANCIA
Michel
Ney nació en la población de Saarlouis, en Sarre, el 10 de Enero de
1769, en una familia humilde de breve pasado militar (su padre, Pierre
Ney combatió en la Guerra de los Siete Años).
Debido
a los escasos recursos económicos, recibió una educación básica por
parte de los monjes de un convento de la Orden de San Agustín situado en
la zona. Siendo niño, entra como aprendiz en una oficina de venta de
licores de la región alemana del Sarre (Ney nunca tuvo dificultad para
comunicarse en alemán debido a que su madre, Margarethe Grewelinger, era
de ascendencia germana).
En
1787 decide que la vida que lleva no es la más indicada para él y, sin
consentimiento paterno, se alista como voluntario en el 5º Regimiento de
Húsares.
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Michel Ney |
Con
el estallido de las llamadas Guerras Revolucionarias, Ney es destinado
al frente del Rhin, bajo las ordenes del General Jean Baptiste Kébler
(1753 - 1800), en el cual desplegó sus conocimientos militares, siendo,
por ello, ascendido de Teniente (1792) a General de brigada (1796) en
apenas cuatro años, permaneciendo en el frente oriental hasta 1799.
Ocurrido
el Golpe de 18 Brumario (9 de Noviembre de 1799), Ney rechaza la
actitud que ha desarrollado Napoleón para hacerse con el poder,
criticando la medida abiertamente. Sin embargo, a petición de su esposa,
Aglaé Auguié, accede a minimizar sus criticas y procede a entrevistarse
con el Primer Cónsul. Tras este encuentro, ambos, Napoleón y Ney, se
percatan de que pueden conseguir mucho uno del otro.
Continua
combatiendo en el frente oriental, de donde es nombrado Ministro
plenipotenciario para los asuntos helvéticos (1802) donde permanecerá
por espacio de pocos meses, hasta su traslado a Boulogne donde Napoleón
le tiene reservada una importante tarea: la formación de la Grande
Armée.
Proclamado el
Imperio (1804), Ney es de los primeros en recibir el título de Mariscal
del Imperio, siendo destinado al VI Cuerpo de la Grande Armée (destinado
en el frente oriental), donde luchara contra austriacos, prusianos y
rusos hasta 1808.
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Jean Baptiste Kébler el primero en observar el valor de Ney |
En Agosto de
dicho año, pasa, junto con el VI Cuerpo, a combatir la alianza
anglo-española que dificultaba el control francés en la Península
Ibérica. En España, toma Ciudad Rodrigo, asedia Almedia y batalla en Río
Côa, pero las desavenencias entre la cúpula militar francesa (Masséna y
Soult se oponían al proceder de Ney) hacen que el Emperador llame al
Mariscal a París en 1810.
En
el transcurso de los preparativos para la campaña de Rusia (1812), es
asignado al III Cuerpo y participa activamente en la victoria francesa
en Borodino.
Cuando se
confirma que la campaña terminará en desastre, Napoleón ordena al recién
nombrado Príncipe del Moscova que se encargue de salvaguardar la
retirada francesa a Polonia, cumpliendo su cometido hasta ser el último soldado francés en cruzar el puente sobre el río Kovno.
Una
vez derrotado Napoleón en Leipzig, en la llamada Batalla de las
Naciones (1814) e invadida Francia por los aliados de la Sexta
Coalición, Ney participa activamente en la defensa. Sin embargo, una vez
José Bonaparte capitula París ante los prusianos, los principales
Mariscales del Imperio se reunen en Fontainebleau, donde redactan un
manifiesto solicitando al Emperador su abdicación como único camino
hacía la paz. Ney es el encargado de hacerle llegar dicho documento a
Napoleón.
Desterrado
Napoleón en la isla de Elba, Ney acude, el 29 de Abril de 1814, ante el
nuevo rey de Francia, Luis XVIII, quien le reconoce sus títulos de Duque
de Elchingen y Príncipe del Moscova, así como sus condecoraciones
militares, añadiéndole la condición de Par de Francia. Incomodo en la
nueva corte, decide retirarse a sus posesiones.
El
6 de Marzo de 1815 es llamado por Luis XVIII para informarle que
Napoleón ha escapado de Elba y desembarcado en Francia con el propósito
de hacerse con el poder nuevamente. Ney jura, ante el rey, traer a
Napoleón en una jaula de hierro.
Sin
embargo, ante la aceptación, por parte de los habitantes de las
poblaciones por donde pasa Napoleón, de la vuelta del Emperador, Ney
proclama ante sus soldados que no reconocerá otro monarca legitimo que
no sea Napoleón, uniéndose a los partidarios del regreso del Emperador
(15 de Marzo de 1815).
Por otro lado, envía una misiva a Napoleón advirtiéndole de sus intenciones:
Voy a unirme a vos, pero no por consideración ni afecto hacía vuestra persona. Antes seré prisionero vuestro, que partidario de vuestra causa, si vais a gobernar como un tirano. Juradme que en el futuro no os ocupareis más que en reparar los males que hayáis causado
Tras
su reencuentro, el 17 de Marzo, en Auxerre, marchan juntos hacía París.
El tiempo dirá que esta acción marcó el destino del talentoso Mariscal.
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Fusilamiento del Mariscal Michel Ney |
Ney, en
cambio, no tiene tanta suerte. Luis XVIII, sediento de venganza por su
traición, y a modo de ejemplo para otros, ordena que El Rubicundo sea
juzgado y condenado por un Consejo de Guerra. Ney rechaza esta vía y
clama ser juzgado por la Cámara de los Pares. Es declarado culpable y
condenado a morir fusilado.
El
20 de Noviembre de 1815, es conducido hacía el muro trasero de los
Jardines de Luxemburgo, donde ha de ser fusilado. El Capitán del pelotón
accede a que sea el mismo Mariscal el que dé la orden de disparar. Ney,
dirigiéndose a los soldados, clama su inocencia:
Fue enterrado, de manera rápida y precipitada, en el cementerio parisino de Père Lachiere, donde se le erigió un fastuoso mausoleo.¡Soldados, rechazo ante Dios y ante la Patria el juicio que me condena! He luchado cien veces por Francia y ninguna contra ella. Apelo ante los hombres, ante la posteridad, ante Dios. Apuntad directo al corazón. ¡Viva Francia!
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Mausoleo de Ney en Père Lachiere |
EL MISTERIOSO PETER STEWART NEY
El
pasado de Peter Stewart Ney antes de su llegada al puerto de
Charleston en 1818 permanece sumergido en las oscuridades de la
Historia.
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Sello del Davidson College, ideado por Peter Stwart Ney |
En 1822 se asienta como profesor en Mocksville, Carolina del Norte, donde continua impartiendo clases de francés.
Allí permanece hasta su entrada en el Davidson College, en 1840, viviendo a caballo entre Florence y Davidson.
Tras
la fundación del Davidson College, en 1837, se ofrece a Ney una plaza
como profesor siendo, además, designado, por una Comisión de Síndicos
del recién fundado Colegio, para que diseñase el sello que, a día de
hoy, siguen empleando en el Davidson College.
Como
ya he comentado, P.S. Ney fue considerado una persona respetada por las
comunidades donde residió desde su llegada en 1818, lo que le permitió
ser invitado a diversas fiestas organizadas por las familias adineradas
de dichas poblaciones, donde y, quizás, en contra de su voluntad, se
fraguó la leyenda y el misterio al que hacemos referencia.
Falleció en Davidson el 15 de Noviembre de 1846, a los 77 años de edad.
¿PETER STEWART NEY O MICHEL NEY?
Esta
pregunta recoge, por sí sola, la división existente entre los
historiadores. Para los historiadores franceses, la respuesta es bien
sencilla: el Mariscal Ney fue fusilado en 1815 y sepultado en el
cementerio parisino de Père Lachiere; por contra, los historiadores
norteamericanos no lo tienen tan claro. ¿Cómo pudo ser que Peter Stewart
Ney conociese aspectos íntimos de la vida del Mariscal, así como
grandes conocimientos, y detalles concretos, de las diversas batallas en
las que intervino el Mariscal?
Según
testigos contemporáneos a Peter Setwart Ney, en cierta ocasión, durante
el transcurso de una fiesta, el profesor Ney, aparentemente ebrio,
comenzó a dar detalles específicos de diversas batallas ocurridas a lo
largo y ancho del continente europeo, guardando, todas ellas, un único
nexo común: en todas ellas participó Michel Ney.
En
lo referente a la muerte de Ney, el profesor explicó que Sir Arthur
Wellesley, Duque de Wellington, era masón, al igual que Ney. No
considerando justo la condena a la que fue sometido el Mariscal, le
propuso simular su muerte bajo el pelotón de fusilamiento y,
posteriormente, dar el "cambiazo" con el cuerpo que debería ocupar su
tumba, siendo este enterrado a toda prisa y sin la presencia de la
familia de Ney. Después, facilitó todos los tramites para que abandonase
Francia de forma clandestina.
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Comparativa de la escritura de Peter Stewart Ney (izq.) y Michel Ney (dcha.) |
Otro dato.
Cuando se tuvo conocimiento, en Estados Unidos, de la muerte de Napoleón
en la isla británica de Santa Helena (5 de Mayo de 1821), Ney se
hallaba impartiendo clase a sus alumnos cuando uno de los estudiantes de
la escuela irrumpió en el aula anunciando la muerte del Emperador
francés. Los testigos observaron como, al recibir la noticia, la tez del
profesor se tornó pálida, sufriendo mareos y desmayos hasta el punto de
tener que ser trasladado a su domicilio. Una vez allí, según los
testigos, el profesor Ney trató de suicidarse degollandose, siendo
salvado por unas amistades que, interesadas en su salud, fueron a
visitarle. Lo encontraron inconsciente mientras la sangre le fluía de la
herida autoinfligida, siendo trasladado a las dependencias médicas de
la población donde pudo contenersele la hemorragia.
El
siguiente dato fue recogido, precisamente, por el medico que atendió
sus heridas suicidas. Al realizarle un examen físico, este médico
determinó que el profesor Peter Stewart Ney presentaba diversas heridas
producidas, sin lugar a dudas, en el transcurso de una acción bélica.
Curiosamente, en las mismas zonas donde el Mariscal Ney resultó herido
(el muslo, la muñeca, el cuello,...).
Otro
dato que podría zanjar el debate es la prueba grafológica realizada al
comparar la escritura de ambos (Ney y Stewart Ney). Según el grafólogo
neoyorquino David Carvalho, al examinar ambas escrituras no tuvo la
menor duda al afirmar que ambas, escritas con un lapso temporal de más
de veinte años de diferencia, están escritas por la misma persona.
Otra pista podría ser la supuesta tumba norteamericana de Ney. En su epitafio se puede leer:
Otra pista podría ser la supuesta tumba norteamericana de Ney. En su epitafio se puede leer:
A la memoria de Peter Stewart Ney, nativo de Francia y soldado de la Revolución Francesa de Napoleón Bonaparte, quien partió de esta vida 15 de Noviembre de 1846. 77 años de edad.
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Tumba norteamericana de Ney |
Sin lugar a dudas, ninguna de estas aportaciones pondrá fin a la incógnita histórica que representa la muerte de Ney en 1815.
La única prueba que podría terminar con este debate es el realizar una prueba de ADN sobre los restos de Ney (tanto los presentes en su tumba de Père Lachiere como los que se encuentran en Carolina del Norte) y compararlos con los de algún familiar directo del celebre Mariscal francés.
La única prueba que podría terminar con este debate es el realizar una prueba de ADN sobre los restos de Ney (tanto los presentes en su tumba de Père Lachiere como los que se encuentran en Carolina del Norte) y compararlos con los de algún familiar directo del celebre Mariscal francés.
Mientras tanto, y
hasta que se halle una solución definitiva para aclarar donde reposan
los restos mortales de Ney, dejemos que descanse en paz, tal y como
pidió en su lecho de muerte.
Bessières esta muerto; la Grande Armée esta muerta;
ahora, por favor, dejadme morir a mi también
Fuentes:
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