Cuando se habla de Juan Prim y Prats, se habla de un periodo agitado de la Historia de España. Se habla de la Revolución Gloriosa, del Sexenio Revolucionario, del derrocamiento de Isabel II y de la entronización de la Casa de Saboya, en la figura de Amadeo I. Pero hablar de Prim también implica hablar de la conocida calle del Turco (hoy Marqués de Cubas).
Recientemente, y con
motivo del bicentenario de su nacimiento, el General Juan Prim y
Prats vuelve a ser portada en los principales medios de comunicación al exhumarse su cuerpo para llevar a cabo una investigación que aclare los motivos reales que llevaron a perpetrar el magnicidio. Y
es que, el objetivo final es dar respuesta a la pregunta que generaciones de españoles se han estado haciéndo desde hace ciento cuarenta y tres años: ¿Quién mató a Prim?
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| Rostro de Prim tras su exhumación |
BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA
Juan
Prim nació el 12 de Diciembre de 1814 en Reus, fruto del matrimonio
entre Pablo Prim Estapé (m. 1834), notario, y Teresa Prats Vilanova.
Con
el estallido de la Primera Guerra Carlista, el joven Prim, de
diecinueve años, se alistó como voluntario en las compañias catalanas
que se pusieron de parte de la reina Isabel II. Su arrojo y valentía en
el combate le granjearon las simpatías de sus superiores y una ascensión
meteórica en el escalafón militar: Teniente (1835), Capitán (1838),
Comandante (también en 1838), Mayor (1839) y Coronel (1840). Además de
las graduaciones conseguidas, con tan sólo veintiséis años, se le
condecoró con dos Cruces Laureadas de San Fernando, una de las más altas
condecoraciones militares españolas.
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| Juan Prim y Prats |
Tras
el fin de la contienda con los carlistas, se adhirió al movimiento
progresista encabezado por el autor de las desamortizaciones, Juan
Álvarez Mendizabal, entrando en el mundo de la política que compaginaría
con su trayectoria militar y que no abandonaría por el resto de su
vida.
Opuesto
a la política de los regentes durante la minoría de edad de la reina
Isabel (su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, y el General
Baldomero Espartero), conspiró para derrocar la Regencia, junto a Ramón
María Narváez y Leopoldo O'Donnell. El nuevo gobierno surgido tras la
huida de Espartero (1843) recompensó a Prim con el rango de Brigadier
(más tarde, recibió del General Francisco Serrano el fajín que lo
acreditaba como General) y los títulos nobiliarios de Conde de Reus y
vizconde del Bruch.
Los
siguientes veinte años de Prim oscilaron entre América, donde España
mantenía, aún, Cuba y Puerto Rico (de donde fue Capitán General), y
Turquía, como mando de las fuerzas expedicionarias españolas en la
Guerra de Crimea; sin olvidar, por supuesto, su labor conspirativa
contra los gobiernos moderados del General Narvaez.
Los años sesenta del siglo XIX representarán el apogeo militar, y político, de Prim.
En
1860, España había declarado la guerra al Sultanato de Marruecos,
siendo enviado Prim al frente de un batallón de voluntarios catalanes.
Tomó Tetuán y derrotó a los marroquíes en Castillejos (1 de Enero de
1860) y en Wad Ras (23 de Marzo), logrando, en parte, con estos hechos
la firma de la Paz de Tetuán el 26 de Abril de aquel año. Prim fue
recompensado con el Marquesado de los Castillejos, con Grandeza de
España.
Entre
1861 y 1862, se destinó a Prim a comandar un cuerpo expedicionario a
México, junto a fuerzas británicas y francesas, en respuesta a la
decisión del Presidente mexicano, Benito Juárez, de cancelar la deuda
externa con estos tres países. En esta campaña apenas hubo combates de
relevancia y las tropas españolas se retiraron de allí, junto a las
británicas, cuando se dio por hecho que los franceses tenían sus propios
planes para México (la instauración del II Imperio Mexicano bajo la
protección de Napoleón III).
Los años que van entre 1863 (año de su regreso de México) y 1868 (año de La Gloriosa)
los dedicó Prim a conspirar con los progresistas en contra de los
gobiernos moderados y unionistas en un país sumido en la crisis
económica y en el recorte de libertades individuales.
El triunfo de la Revolución Gloriosa significó el fin del reinado de Isabel la de los tristes destinos y
el segundo destierro de la Casa de Borbón. Los progresistas, junto a
unionistas y demócratas, crearon un Gobierno provisional del que Prim
fue elegido Ministro de Estado.
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| Gobierno Provisional resultante de La Gloriosa (Prim es el cuarto por la izquierda) |
Desde
este cargo favoreció la redacción de una nueva Carta Magna
(Constitución de 1869) y tras la elecciones, que dieron ventaja a los
progresistas, nombró al General Serrano Regente del Reino. Serrano, por
contra, le devolvió el favor nombrando a Prim Presidente del Consejo de
Ministros.
Tras
descartar a candidatos para el trono de España entre las principales
Casas Reales europeas (incluso se ofreció la Corona al General
Espartero, quien declinó el ofrecimiento), fue elegido, por influencia
de Prim, el hijo menor de Víctor Manuel II de Italia, Amadeo, Duque de
Aosta, quien aceptó la Corona tras recibir las garantías del General (26
de Noviembre de 1870).
EL MAGNICIDIO DE LA CALLE DEL TURCO
Bájese usted, mi General, que nos hacen fuego
El
27 de Diciembre de 1870, sobre las 19:30 h., el Presidente del Consejo
de Ministros y Ministro de la Guerra, Juan Prim y Prats, Conde de Reus y
Marqués de los Castillejos, abandonaba el Palacio de las Cortes, rumbo a
su domicilio, tras solucionar algunos temas pendientes sobre la Casa
Real que, tras muchos esfuerzos, había conseguido sacar adelante.
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| Atentado de la calle del Turco |
Con la cabeza puesta
en los preparativos que debía llevar a cabo para su viaje, programado
para el día siguiente, 28 de Diciembre, hacía Cartagena (puerto al que
llegaría el nuevo rey, Amadeo de Saboya), se despidió, cortésmente, de
los miembros de la Cámara mientras se dirigía a la salida donde ya le
aguardaba la berlina que debía conducirlo hacía su domicilio, situado en
el Palacio de Buenavista (actual Cuartel General del Ejercito).
Al
llegar la berlina a la conocida como Calle del Turco (hoy, Marqués de
Cubas) dos carruajes cerraban el paso, viéndose obligado el cochero a
detener la berlina. Cuando el Coronel Juan Francisco Moya, quien
acompañaba a Prim en la berlina, junto Ángel González Nandín, ayudante
personal del General, advirtió la encerrona mortal, sólo tuvo tiempo de
advertir a los ocupantes del vehículo de forma verbal.
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| Juan Francisco Moya (izq.) y Ángel González Nandín (dcha.) acompañaban a Prim en la berlina |
Se estima que fueron
cinco los atacantes, tres por la izquierda y dos por la derecha, los que
abrieron fuego contra la berlina del General Prim, quien quedó herido
en un hombro y una mano, además de heridas faciales provocadas por la
proximidad de los trabucazos. González Nandín también resultó herido en
una mano como consecuencia de un desesperado intento por cubrir a Prim
de la agresión.
Prim,
herido de muerte, fue trasladado a su domicilio en el Palacio de
Buenavista, sede del Ministerio de la Guerra, donde los médicos le
amputaron la primera falange del dedo anular y trataron de recuperar
las, aproximadamente, ocho balas que el trabucazo recibido había alojado
en su hombro izquierdo.
Según
la notificación oficial que se hizo, el General Prim falleció el 30 de
Diciembre de 1870 como consecuencia de las heridas recibidas en la
agresión sufrida tres días antes.
Sin embargo, el magnicidio no quedaba claro: ¿Quien quería ver a Prim muerto?
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| Detalle del mausoleo de Prim en Reus |
El mismo Prim, según su viuda, Francisca Agüero y González, albergó sus dudas sobre los autores materiales del atentado
No lo sé, pero no me matan los republicanos
Tras
varios años de investigaciones (se habla de hasta diez años de
investigaciones), varios jueces y fiscales encargados de la
investigación y más de dieciocho mil folios de autos judiciales, el caso
quedó en suspenso y ninguno de los culpables fue llevado ante la
Justicia.
Prim fue sepultado en su ciudad natal, Reus, donde reposa en un espectacular mausoleo.
NOVEDADES EN LA INVESTIGACIÓN
En
Septiembre de 2012, la Comisión Prim de la Universidad Camilo José
Cela, presidida por Francisco Pérez Abellán, profesor de Criminología en
dicha Universidad, consiguió autorización para exhumar el cadáver del
General Prim y realizar sobre sus restos un estudio forense con las
técnicas científicas empleadas para investigar los crímenes de nuestro
tiempo.
El análisis sobre el
cuerpo de Prim, ciento cuarenta y tres años después de su asesinato,
arrojó una verdad que desmiente la versión oficial que, en su momento,
se dio: Juan Prim murió el mismo día del magnicidio, siendo imposible
que sobreviviese, como se afirmó en su momento.
Las
heridas de bala que presenta el cuerpo señalan que estas fueron de
gravedad y en ningún momento leves, como afirmaba el comunicado
gubernamental del 27 de Diciembre.
Pero
la información que Prim transmitía a los investigadores no acababa ahí.
Analizando la parte inferior del cuello se halló marcas de ligaduras
que coinciden con las perpetradas por una estrangulación a lazo.
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| Parte posterior del cuello con las evidentes marcas en él |
Los investigadores
sostienen que quién estuvo detrás del atentado "suplantaron" a Prim
durante los tres días que el General estuvo luchando por sobrevivir (a
sabiendas de que ya estaba muerto) hasta hacer pública su muerte con la
llegada a España del rey propuesto por el fallecido General, Amadeo de
Saboya.
Pero, volvamos a formular la pregunta inicial: ¿quién tendría motivos para asesinar a Prim?
Cuando
se tuvo conocimiento del atentado contra Prim, ya circulaba el rumor de
quién, o quienes, habían perpetrado el magnicidio.
Ahora,
tras analizar el cadáver del General y llevar a cabo una revisión del
proceso que se abrió para esclarecer los hechos, sus nombres toman más
fuerza como autores, más intelectuales que físicos, del atentado de la
calle del Turco.
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| Antonio de Orleans Duque de Montpensier |
Sospechoso nº 1: Antonio
de Orleans, Duque de Montpensier (1824 - 1890). Hijo del rey Luis
Felipe de Orleans, el Duque de Montpensier era uno de los personajes más
intrigantes de la Corte isabelina, así como uno de los nobles más ricos
del país. Cuñado de Isabel II (se casó con Luisa Fernanda de Borbón,
hermana pequeña de la Reina, el 10 de Octubre de 1846), presintió el
malestar existente contra el gobierno de la Reina e intrigó con los
militares, y políticos, progresistas, entre los que se hallaba Prim,
para derribar a su cuñada del trono con la finalidad de ser electo Rey
en su lugar.
Para ello, apoyó, economicamente, la Revolución Gloriosa que llevó al exilio de la Reina y de toda la Familia Real, entre ellos el mismo Duque.
Los
estudios realizados sobre la investigación judicial que abrió el
promotor fiscal Joaquín Vellando para esclarecer los hechos, señalan al
Duque de Montpensier como autor intelectual, y principal financiador,
del atentado, como represalia contra Prim, quién, según se había
afirmado, había garantizado el trono de España al Duque.
El
hecho de que hombre de confianza de Montpensier participasen, de forma
directa en el atentado, implicó a Antonio de Orleans, para quién,
incluso, se dictaminó orden de prisión para el Duque. Orden que no se
llegó a materializar. Antonio de Orleans falleció, víctima de una
apoplejía, el 4 de Febrero de 1890, en su finca de Torrebreva, en
Sanlúcar de Barrameda.
Sospechoso nº 2: Francisco
Serrano y Domínguez, Duque de la Torre (1810 - 1885). Procedente de una
familia liberal con arraigo en la nobleza, el General Serrano fue,
además de militar, un político concienzudo que le hizo cambiar de
parecer si las circunstancias le favorecían.
Aliado
con el Regente Espartero, no dudó en cambiar de bando cuando el General
Ramón María Narváez se alzó contra el Duque de la Victoria.
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| Francisco Serrano y Domíngez Duque de la Torre |
General predilecto de la Reina Isabel II (llegó a ser conocido, en los salones de la Corte, como el General Bonito).
Este favoritismo de la Reina no impidió que se aliase con los
progresistas de Prim para derrocar a Isabel II, forzando el exilio de la
Casa de Borbón. Convertido en Regente por el nuevo gobierno surgido de La Gloriosa,
sus aspiraciones pasaban por ser, de manera permanente, Jefe del Estado
a imitación de lo que Patrice de MacMahon había hecho en Francia,
derivando su pensamiento hacía la forma de dictadura presidencialista.
El
nombramiento de Amadeo como Rey de España por las Cortes, impulsado por
Prim, puso fin a sus aspiraciones políticas. Tal vez resentido con Prim
por este hecho o, quizás, en conveniencia con otros para congraciarse
con ellos, el General Serrano tuvo conocimiento, y participó, en el
magnicidio de la calle del Turco. Las sospechas sobre su implicación lo
sitúan como la mano que estranguló el cuello del Conde de Reus hasta
provocarle la muerte.
Al
igual que Montpensier, el General Serrano no vio colmadas sus
expectativas una vez perpetrado el magnicidio, ya que Amadeo I fue
jurado Rey de España. Si bien, intervino en el periodo saboyano y en el
posterior republicano, la Restauración borbónica en la figura de Alfonso
XII significó su fin político. Murió el 25 de Noviembre de 1885,
coincidiendo, casualmente, con el fallecimiento del joven Rey.
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| José Paúl y Angulo |
Sospechoso nº 3: José
Paúl y Angulo (1842 - 1892). Escritor y político de ideología
republicana, procedía de una adinerada familia de Jerez dedicada al
cultivo de viñedos y distribución de sus caldos. Formado
intelectualmente en el exterior, Paúl y Angulo conoció, y trabó amistad,
con Prim en Londres, donde el segundo se hallaba exiliado.
Acompañó a Prim en su retorno a España como un entusiasta del cambio que traía consigo La Gloriosa.
Su republicanismo pronto lo enfrentó con el General hasta el punto de
pedir, en un llamamiento al pueblo español, que este se levantase para
derrocar al gobierno liderado por Prim.
Su
autoría en el magnicidio no está muy clara, aunque se le considera
autor material, junto a nueve republicanos, de los disparos que
provocaron las heridas sufridas por Prim aquel 27 de Diciembre.
Murió exiliado en París, en 1892, al no reconocer el movimiento monárquico instaurado en la persona de Alfonso XII.
La
lista de sospechosos se amplía hasta alcanzar un número establecido de
doce personas. Sin embargo, la investigación llevada a cabo por Pérez
Abellán y su equipo, sugieren que la lista de implicados se extendería a
nombres de gran relevancia en la posterior etapa alfonsina, como es el
caso del líder del Partido Liberal, Práxedes Mateo Sagasta. Además,
Pérez Abellán sostiene que la pertenencia de Prim a la masonería podría
arrojar luz sobre los oscuros eventos que tuvieron lugar aquella tarde
del 27 de Diciembre de 1870.
Tras
ciento cuarenta y tres años de dudas sobre quién, o quienes,
orquestaron el magnicidio de la calle del Turco y tras salir a la luz el
secreto que guardaba celosamente su cuerpo, Prim, por fin podrá
descansar en paz en su Reus natal.
Fuentes:
¿QUIÉN ATENTÓ CONTRA PRIM?











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